Se inicia el año y varias empresas empiezan a sentir un freno en sus actividades, es decir, menos pedidos, demora en el pago de clientes y a su vez demora en el pago a los proveedores, así como dificultades en la asunción de obligaciones del gasto corriente; este es un síntoma de preocupación con respecto a la cadena de pagos. Las crisis empresariales se producen no por falta de patrimonio, sino por las dificultades en el flujo de caja, para las empresas, el flujo, es la sangre que corre por las venas y el medio de vida de las organizaciones.Se inicia el año y varias empresas empiezan a sentir un freno en sus actividades, es decir, menos pedidos, demora en el pago de clientes y a su vez demora en el pago a los proveedores, así como dificultades en la asunción de obligaciones del gasto corriente; este es un síntoma de preocupación con respecto a la cadena de pagos.
Las crisis empresariales se producen no por falta de patrimonio, sino por las dificultades en el flujo de caja, para las empresas, el flujo, es la sangre que corre por las venas y el medio de vida de las organizaciones.Las crisis empresariales se dan por situaciones externas como consecuencia del ciclo económico y del mercado; por razones competitivas, cuando la empresa no está en buenas condiciones para competir por producto, tecnología, etc. (son factores internos del negocio); y por razones gubernamentales por cambios legislativos e incluso por situaciones climáticas (como lo que ocurrió con la industria textil en 1997).La mayor cantidad de empresas en Latinoamérica son organizaciones que se alimentan con el ciclo económico, es decir, que dependen de la conducta de los mercados para seguir vendiendo y produciendo.Ante una situación de dificultad previa a la crisis, las empresas a nuestro criterio, deben tomar decisiones de prevención ante el rompimiento de la cadena de pagos, porque cuando esto sucede, las dificultades son cada vez mayores, aquí algunas recomendaciones:
– No endeudarse, si no es necesario: Mantener las líneas de crédito y asegurar el capital de trabajo es indispensable para seguir operando, sin embargo, los endeudamientos no urgentes y que pueden esperar, se deben manejar de la manera más racional posible, sin sobre entusiasmo, tampoco con pesimismo pero sí con cautela. Fomentar el crecimiento artificial con gran apalancamiento puede ser complicado.
– Cobrar y cobrar: Asegura que tus clientes te paguen, haz un esfuerzo por cobrar y si hay dificultades que comprometan el pago, negocia mecanismos que garanticen el cumplimiento, muchas empresas tiene grandes cantidades de dinero en la calle y si hay un problema de ciclo económico, la falta de pago origina la crisis, por eso cobra, cobra y cobra.
– No reducir la planilla: Despedir personal es la medida más fácil y común cuando una empresa quiere reducir el gasto, pero no es la más eficiente, porque el quedarse sin personal, también reduce la competitividad; es bueno ser agresivos comercialmente, asegurando los pagos. Si despides al personal que te ayuda lograr estos objetivos, esta decisión puede resultar muy costosa. Salvo que exista personal sub utilizado y con poca productividad, como consecuencia de la reducción de pedidos, un ejemplo de rápida capacidad de contracción operacional, es el de las compañías mineras y petroleras que saben reducirse rápidamente para no afectar su flujo ni situación patrimonial, y saben crecer a la misma velocidad cuando el ciclo va en mejoría. Si tienes dificultades laborales, también llega a acuerdos con el personal antes de despedirlos.
– Renegocia con los que más puedas: Si tienes problemas con proveedores, y bancos, no rompas el circuito de pagos; si tienes dificultades temporales, renegocia y haz los mejores esfuerzos para lograr dichos resultados; con ello garantizas que los proveedores puedan mantener la confianza, anticípate con las instituciones financieras y realiza propuestas que permitan que la empresa siga respirando.
– Mantén la agresividad comercial y distribuye el riesgo: Existen empresas que solo dependen de uno o dos clientes o de una sola industria; como es el caso de proveedores mineros. Es necesario ser agresivos comercialmente, buscando nuevos clientes en mercados más dinámicos y de otro lado diversificar el riesgo mediante una cartera más amplia, porque si se cae tu cliente importante también se caerá tu empresa.
– Golpes estratégicos en la empresa: Si los ejecutivos se dan cuenta que el problema es cíclico y este es un tema que tiene para rato, la empresa debe tener golpes estratégicos fundamentales para reinventarse a bajo costo, innovar, buscar nuevos productos y servicios que ofrecer, tener socios estratégicos para ingresar a nuevos mercados, etc.
– Nunca asumas que con más deuda todo va a mejorar, reconoce la situación: Algunos empresarios se tardan en darse cuenta de la crisis, es mejor reconocer que hay una gripe y curarla a esperar a tener neumonía y estar al borde de la muerte; reconocer que hay dificultades y tomar decisiones es fundamental en la gestión empresarial.